10/12/08

Cuento en Septiembre


Dejo ir la hoja de mi otoño ilusorio y fantástico; magícamente romantico; la pluma y el papel me lo permiten. Y entonces decido pintar “realidades” y escribo: - “El sonido de tu voz es música burbujeante, hilo de plata que me conectas al pensamiento fugaz de tenerte y ahogarme en tu mirada”. Mi ser anehela la libertad de tenerte y disfrutarte. He visto esa imagen muchas veces, estas en mi pensamiento. He visto que nos acercamos, nos tenemos y es como haber estado a la deriva y arribar en el puerto; para desde allí salir a otras aventuras en el mar del tiempo. Artistas, poetas y pintores intentan escribir otros cuentos, pintarme escenarios donde no estan tus besos. Mas yo en el fondo de mi alma me niego pensarte; otra vez y en mi alma entierro, niego el recuerdo, combato memorias, entierro sonrisas y escondo las añoranzas. “Dejo ir”, entrego, renuncio al pensamiento de tenerte, de estar contigo mas alla de la mente y estos versos. Hago oraciones, pido perdones, termino en mi mente enviandote bendiciones. Resignandome a la idea de ya no esta escrito, lo que en secreto quiero y a la misma vez evito. Pues por algun misterio lo evito y lo siento; se ahoga y resurge del olvido bendito. Lo doy por muerto este sentimiento loco y tratato de anclarte en un fondo escondido. Mas se libera el recuerdo y gran velocidad surges en las ventanas de mi alma con tu sonrisa, y callado. No te tengo... es un espejismo zahírico. Que al evocarte se deja sentir, en lugar de conquistar el olvido, es derrotado por el silencioso anehelo de encontrarte, tenernos y saciar las memoria y vivir estos sueños; antes que nos visite el predecible invierno. Dejame amarte en los tiempos sin tiempos, dejame con mis palabras tocarte , y besarte en mis versos.
Invadir tu espacio con felicidad y llenarte de estrellas de amores hasta la eternidad. Con ternura plasmarte mil y cientos de besos, nadar en tu mirada, esa de niño travieso. Perderme en el tiempo de este amor sin regreso. Quien diría aquellas semillas se convirtieron en bosques de “Miosotis” de versos. Cada palabra es una flor de un anhelo y añoranzas, un lágrima, un miedo, que en soledad es fantasma. Se me escapan ya las hojas del otoño. Mientras yo aqui en la distancia libero los pensamientos y te visito en silencio en los tiempos sin tiempos. Y te regalo mis besos.
Saziwe©